15 Sep Cómo evitar las ampollas en el Camino de Santiago
Hay varias cosas que puede hacer para evitar las ampollas en el Camino de Santiago:
1. Asegúrese de que sus zapatos sean cómodos y que estén bien ajustados. Es importante que no estén demasiado apretados ni sueltos, ya que ambos pueden causar ampollas.
Los zapatos que usan tienen que ser cómodos y ajustados para evitar las ampollas en sus viajes. El calzado es un elemento clave para una caminata exitosa en el Camino de Santiago. Al elegir el tipo de calzado que se va a llevar, hay que tener en cuenta la protección, el agarre en los terrenos más accidentados, el peso y la comodidad. Y, sobre todo, hay que ajustarlos bien para evitar lesiones, lo que incluye la prevención de ampollas en los pies.
Un buen calzado puede prevenir la formación de ampollas. Cuanto mejor se ajuste el calzado para que sea una extensión de su pie, mejor serán los resultados. La suela debería ser algo flexible para que se adapte a los contornos de su pie. Los cordones deben ser del grosor correcto y bien tensados para evitar que los pies se muevan demasiado dentro del calzado y para evitar que los bordes interiores se claven en la carne. Esto ayudará a reducir el riesgo de ampollas.
2. Use calcetines que sean cómodos y que no se deslicen dentro de sus zapatos. Los calcetines de algodón son una buena opción, ya que son transpirables y ayudan a mantener los pies secos. Es importante llevar calcetines cómodos. También puede usar calcetines de doble capa, así como calcetines acolchados con materiales especialmente diseñados para suavizar el impacto de los talones y la puntera.
3. Use una buena crema hidratante para los pies antes de salir a caminar cada día. Esto ayudará a mantener la piel de los pies hidratada y flexible, lo que puede disminuir el riesgo de desarrollar ampollas. Por eso se recomienda llevar una buena crema hidratante para los pies antes de salir a caminar como una crema sólida corporal de Aceite de Pepita de Uva, Menta y Ciprés, que hidrata la piel, alivia el dolor muscular y protege los pies de rozaduras y ampollas.
La mejor forma de prevenir ampollas es mantener los pies bien hidratados. La aplicación de crema hidratante es una excelente forma de evitar ampollas y mantener los pies frescos y confortables durante el viaje. El Camino de Santiago es una larga travesía para la mayoría de los peregrinos y usar una buena crema hidratante para los pies será uno de los pasos más importantes para mantener la salud y evitar dolores y torturas innecesarias para los pies. Es importante tener en cuenta que el uso de este producto debe realizarse diariamente para una mayor eficacia.
4. Si nota que está desarrollando una ampolla, deténgase de inmediato y trate de drenarla cuidadosamente. No es recomendable caminar con ampollas abiertas, ya que pueden empeorar y convertirse en una infección. En caso de ampollas profundas, puede usar una aguja esterilizada, hilo y un antiséptico para drenar la ampolla. Primero debe limpiar la zona con un antiséptico, luego se debe perforar la ampolla con una aguja de coser y cuidadosamente extraer la fluido. Finalmente, suturar y aplicar una cura protectora.
Es importante tener cuidado al tratar las ampollas, ya que hay muchas toxinas en la piel que pueden ser aquellas que causan infección. Por lo tanto, es importante limpiar bien la zona con todos los medios disponibles, como un antiséptico, el alcohol y los productos de limpieza especialmente diseñados.
Lleve consigo un kit de primeros auxilios que incluya una buena cantidad de almohadillas protectoras y algún tipo de esparadrapo o cinta adhesiva para cubrir las ampollas.
5. Un botiquín es un elemento básico para tratar las ampollas en los caminos de Santiago. Es importante llevar consigo los elementos necesarios para tratarlas y evitar que se infecten. lleve un botiquín con los materiales para tratar las ampollas necesarios como Compeed, una aguja, hilo, un antiséptico y productos de cura, para poder prevenir o tratar las ampollas y no estropear el camino de Santiago.
La mejor forma de tratar las ampollas es usando las almohadillas Compeed, ya que están diseñadas para proteger la zona afectada y calmar el dolor. Para colocar el Compeed, tendrá que limpiar con un antiséptico la zona donde se ha desarrollado la ampolla. Luego, quite la almohadilla protectora y fije el adhesivo del Compeed.
En resumen, la mejor manera de evitar las ampollas en el Camino de Santiago es asegurándose de que sus zapatos sean cómodos y que estén bien ajustados, usar calcetines adecuados, mantener los pies hidratados y llevar un kit de primeros auxilios para tratar cualquier ampolla que pueda desarrollar.
Ahora detectemos otros problemas que pueden aparecer en nuestro Camino de Santiago
Ampollas en el pie durante el Camino
Es lo más frecuente en el Camino de Santiago como alteración o problema más frecuente en los pies de los peregrinos. ¿Conoces a alguien que haya realizado el Camino y no ha sufrido una ampolla en sus pies? No es posible evitar las ampollas en el Camino de Santiago pero siguiendo estos consejos ganarás mucho camino. Prácticamente en su totalidad aparecen por un problema de fricción entre los diferentes planos de los tejidos así como entre la piel y el calcetín o entre el calcetín, la zapatilla y la piel.
Durezas en los pies y Callos
Las durezas en los pies y los callos se producen por un aumento de la presión en una zona determinada del pie.Cuando realizamos el Camino de Santiago debemos tener en cuenta que vamos a utilizar un calzado que no es el habitual y que ello puede provocar alguna zona de presión que normalmente no tenemos. Por esta razón recomendamos estrenar calzado unos meses antes de empezar nuestro Camino, para evitar la aparición de durezas en los pies o callos.
Pies recalentados
Los pies recalentados y cansados se producen por un aumento de la actividad y de la temperatura en los pies. Es habitual que con el aumento de actividad que puede suponer una etapa del camino y las temperaturas mantenidas durante mucho tiempo por el pie, se llegue a tener esta sensación. Lo mejor es seguir los consejos generales para proteger tus pies durante el Camino, para evitar tener los pies recalentados o cansados y coger un calzado adecuado, que se adapte bien a nuestro pie, que sea cómodo, ligero, transpirable e incluso que permita una buena ventilación del pie.
Pies Secos
Para evitar los problemas de pies secos es importante hidratarlos bien no solo después de cada etapa sino también antes de comenzar. La piel de tus pies lo agradecerá y evitarás problemas de grietas en los pies y alteraciones de otro tipo debido a la sequedad de la piel. Para evitar tener pies secos hay que utilizar cremas hidratantes que minimicen la sequedad de dicha zona.
Tobillos hinchados
Tener los tobillos hinchados en el Camino es una alteración también frecuente por el esfuerzo realizado por parte del organismo durante una etapa. Para evitarlo debemos seguir las pautas de los consejos generales para la protección del pie durante el Camino y no utilizar ningún elemento que no permita la circulación de la sangre como, por ejemplo, calcetines demasiado apretados. Por otra parte, los baños de agua fría al finalizar la etapa deberían ser obligatorios para favorecer una gimnasia vascular además de poder dormir con una ligera elevación de las piernas, esto evitará que tengamos los tobillos hinchados antes y después de cada etapa.
Fascitis Plantar
La fascitis plantar es una irritación del tejido grueso en la planta del pie. Si durante el Camino sufres de una fascitis plantar puedes minimizar sus efectos aplicando hielo en la planta del pie y realizando masajes en la zona con algún elemento como puede ser una pelota de tenis o un rodillo. También -y bajo prescripción médica- podrías tomar algún antiinflamatorio para reducir el dolor y ponerte en manos de un podólogo o fisioterapeuta para determinar el porqué de la fascitis plantar y su tratamiento.
Uña encarnada
Cuando una uña se encarna puede causar mucho dolor. Para evitar una uña encarnada lo más importante es que las uñas estén bien cortadas y que no se produzca una presión excesiva sobre la cara lateral de las uñas (sobre todo la del primer dedo del pie). Por ello el calzado utilizado no debe ser demasiado estrecho en la punta porque puede favorecer dicha presión y la consiguiente aparición de la uña encarnada.
Rotura de uña
Es un problema muy frecuente sobre todo cuantas más jornadas tenga nuestro Camino de Santiago y se produce principalmente al hacer fuerza en la parte delantera del pie al subir las partes con más inclinación de las etapas. Es casi inevitable y lo único que podemos intentar es que el calzado se adapte lo mejor posible a nuestros pies y tratar de equilibrar la pisada lo más posible repartiendo la fuerza de la misma sobre todo el pie.
Y ahora te ofrecemos unos consejos que pueden ayudar a minimizar la aparición de estos problemas durante el Camino de Santiago. Antes y después de cada etapa nuestros pies necesitan protección.
Protección Antes de cada Etapa
Antes de cada etapa tienes que seguir una serie de rutinas para el cuidado y protección de tus pies durante el camino:
Comprueba que las zapatillas que utilices estén en buen estado: que no estén agujereadas, que los cordones estén en buen estado, que la suela no esté despegada, etc. Si has escogido un calzado adecuado y lo has llevado durante tu entrenamiento para el Camino estos problemas serán menores. La relación de calidad-precio de Chiruca nos ayudará mucho a decidirnos por alguno de sus productos, por su comodidad, ligereza y ventilación del pie.
Comprueba que los calcetines que utilizas están también en un correcto estado: no agujereados, que las zonas de protección de dedos y talón están bien y que no tengan humedad.
Realiza un ligero masaje con algún utensilio (pelota de tenis, rodillo, etc) en la planta del pie para relajar dicha musculatura y fascia de la planta del pie.
Hidrata con alguna crema hidratante o tipo vaselina la piel de tus pies después de cada etapa, los aliviarás después de la etapa además de conseguir mejorar la protección para el próximo día.
Y como último consejo, si tus pies sudan mucho, cámbiate los calcetines durante la etapa.
Protección de tus pies y recuperación después de cada Etapa
También debes seguir una rutina para la recuperación y protección de tus pies después de cada etapa.
Quítate las zapatillas y procura que se aireen. Revísalas y comprueba que estén en buen estado y que no hayan sufrido ningún percance.
Importante dar un baño de agua (si puede ser fría) a tus pies durante 10-15 minutos después de cada etapa y si tienes ocasión aprovecha cualquier riachuelo que se cruce en tu camino o al final de tu etapa.
Realiza unos ligeros estiramientos de los dedos de tus pies tanto en flexión como en extensión para disminuir la tensión de la musculatura del pie.
Date un buen masaje con alguno de los productos relajantes y antifricción de Compeed o de Toxogel, que es un concentrado de extractos naturales, que gracias a su efecto inmediato puede luchar naturalmente contra los pequeños achaques del día a día de nuestros pies durante el Camino de Santiago.
Procura que tus pies “respiren” hasta la siguiente etapa, que les dé el aire y que se oxigenen.
Consejos para tus pies de regreso a casa
Al llegar a casa tus pies van a necesitar unos cuidados especiales para que vuelvan a las condiciones de “trabajo” normal.
Procura caminar los días siguientes a acabar el Camino al menos durante un rato al día, ya que tus pies te agradecerán no dejar de golpe una actividad que ha sido muy intensa. Este consejo también es una medida de protección para tus pies cuando organices largas jornadas de actividad física, tenlo en cuanta siempre que organices una larga excursión o una ruta a pie.
Realizar diariamente estiramientos de la musculatura de los dedos de los pies y de las piernas ayudará a que se recuperen antes y es una medida preventiva para tus pies siempre que tengas que realizar largos trayectos caminando.
Y nuestra recomendación durante el Camino y sobre todo al final del mismo, deberíais premiar a vuestros pies con un masaje en el corazón de Santiago de Compostela, justo al lado de la Puerta Santa: Quintana Massages.