03 Oct Los mejores calcetines para el Camino de Santiago
¿Queréis saber cuales son los mejores calcetines para el Camino de Santiago y la importancia vital de una buena elección?
Ya os hemos dicho que en el Camino de Santiago hay dos elementos que soportan todo el peso de nuestra aventura: la mochila y el calzado. Debemos cuidar especialmente estos dos puntos vitales para que la peregrinación llegue a su meta. En este caso nos vamos a centrar en los calcetines o medias que debéis elegir para el Camino de Santiago.
Los calcetines son una pieza fundamental para llegar a Compostela. De nada sirve llevar un calzado de última generación y supermoderno si no llevamos unos calcetines adecuados, tan necesarios para que no suframos problemas de sudoración o ampollas.
Para la correcta transpirabilidad del pie no basta solo con que nuestro calzado lleve o no Gore-Tex®, sino que para que el rendimiento de nuestro calzado sea óptimo, es imprescindible elegir los calcetines adecuados, que tendrán un considerable efecto sobre nuestra comodidad, especialmente en lo que se refiere al confort climático.
Nuestra recomendación son los calcetines de fibra sintética, que evacuan parte del sudor y permiten una total transpiración del pie, manteniéndolo en todo momento en óptimas condiciones térmicas.
Los mejores calcetines para el Camino de Santiago: Teorías sobre los calcetines peregrinos
Existe gran cantidad de consejos y teorías sobre la elección de calcetines y tantos tipos de calcetines como peregrinos. La más antigua, quizás, sea la de un calcetín dentro de otro. Como sabéis la explicación es que el calcetín interior se mueve con el pie a la vez que el exterior se mueve con el zapato. Así la fricción se lleva a cabo entre los calcetines en lugar de entre el pie y el calcetín y dicen que de esta manera se evitan las ampollas.
Sinceramente, las pocas veces que lo hemos probado no nos ha convencido aunque quizás fuese por la elección de los calcetines ya que hay subteorías sobre el tipo de calcetines: el interior más fino, el exterior más fino, uno tobillero y otro largo,…
El grosor también es importante ya que los pies tienden a hinchar por el esfuerzo y el calor. Si nos ponemos unos calcetines demasiado gruesos es algo contraproducente. Nos aportará más calor y fricción contra alguna parte de nuestro pie.
Después vinieron los calcetines sin costuras (pero que siempre tenían una costura), después los calcetines técnicos (que eran igual que los que no tienen costuras pero que al menos tienen una),…
Lo principal es encontrar calcetines que absorban la humedad interior y la puedan expulsar hacia el zapato. La evacuación de la humedad es importantísima para la estabilidad interior del pie. Ese tipo de calcetines pueden ayudar realmente a evitar las ampollas.
Ya llevamos dos puntos, ¿verdad? evitar la fricción entre el pie y el cazado y la dispersión del calor y la humedad. Pues ahora hablemos del relleno, que no el grosor del calcetín. ¿Qué hace el peregrino cuando ya lleva muchos kilómetros encima? Buscar los andaderos, esos caminos hechos sobre la hierba de las cunetas de las pistas para encontrar un terreno más blando.
Si no caminas una gran parte del camino sobre asfalto, lo harás sobre terrenos que incluyen piedras. Ese terreno blando podemos tratar de suplirlo con calcetines que tengan la base más acolchada que el resto de la superficie. Lo malo es que suelen ser más gruesos y aportan un extra de calor y sobre este tema ya hemos hablado anteriormente. Muchas empresas tratan de mejorarlo con patentes más finas o que expulsan la humedad pero todos sabemos que rara vez se consigue.
Mejor consejo aportado por otros peregrinos: ¿Cuál es el mejor consejo para evitar las ampollas por medio de los calcetines?
Cambiarse los calcetines a mitad de etapa aproximadamente.
No es solo el hecho de cambiar los calcetines, es el proceso: el cambio de temperatura en el pie, el airearlos, que sequen un poco, relajarlos con un sutil masaje a la vez que se elimina algo de suciedad, incluso refrescarlos con un poco de vaselina,…
Pero este consejo no se adapta a todos los peregrinos. No te lo impongas como algo obligatorio ya que no siempre lo sientes necesario. Eres tú mismo quien lo debe valorar. Como os indicamos, más que el hecho del calcetín fresco, es el proceso de parar y llevar a cabo el ritual.
Nuestro consejo ¿Cómo evitamos las ampollas además de por medio de los calcetines?
En contra de lo que dicen algunas ramas del pensamiento peregrino de que debemos mantener el pie lo más seco posible incluso con polvos de talco, nosotros somos más de la teoría de la vaselina. En concreto la vaselina mentolada, que aporta a la vez temperatura y frescor al pie y que evita la fricción de los calcetines contra la piel de los pies. Solemos echarla después de la ducha al finalizar la etapa, una vez bien secos los pies y en menor cantidad por la mañana al calzarnos. Notarás que los pies aún mantienen una pequeña cantidad de la vaselina de la tarde anterior.
Los mejores calcetines para el Camino de Santiago: Nuestros mejores calcetines
Los mejores calcetines que nos hemos encontrado para hacer el Camino llegaron por casualidad. En reyes nos regalaron unas botas y calcetines de la marca Chiruca. El modelo se llama Caminante y son altamente recomendables!
Como eran unos calcetines especiales para todo tipo de senderos y caminos, de gran confortabilidad, con alta capacidad de transpiración, etc,… y esperábamos una temperatura hermosa los pusimos en la primera etapa del Camino Inglés que acabamos de llegar de hacer. Son 31 kilómetros desde Ferrol a Pontedeume, con una primera parte no muy exigente pero que se convertía en continuidad de toboganes a partir de la mitad del recorrido.
Entendéis que la longitud es un poco mayor que la media y que los toboganes requieren que los pies estén cómodos tanto para los terrenos de subida como de bajada, verdad? Nos los pusimos el primer día y los 4 restantes!
De verdad. Teníamos otros calcetines que ya habíamos probado en otros caminos o en la vida diaria pero fueron tan cómodos que los lavamos a mano al llegar al albergue y al día siguiente los lavamos en una lavadora y los dejamos secando al aire (quedan más esponjositos lavados en lavadora que a mano) y ya los siguientes días los lavamos a mano.
Funcionaron perfectamente las 5 etapas, durante 115 km. De verdad que es la primera vez que hacemos esto y por esta razón os los recomendamos. Si queréis conocer otros consejos para evitar las ampollas en el camino de Santiago os aconsejamos que sigáis este enlace.